La otra noche, Damiana durmió con alguien más, alguien diferente, más bien un hombre diferente. Damiana despertaba con frecuencia por la madrugada, excitada, sudorosa, sin saber donde estaba, pero esta vez, mientras Damiana dormía con un hombre distinto, al verlo acostado, ahí, en el otro extremo de la cama, le observaba y no conseguía descubrir el rostro a la perfección, la sábana le tapaba la mitad de la cara, el rostro le era mas bien, un rostro que no conocía, y aunque a esas horas de la madrugada, era más bien su conocido, Damiana tapo su sexo,decidió dormir, persiguiéndole la duda de donde había salido ese rostro ajeno, saber con quién dormía, mientras soñaba con un rostro distinto.
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